Robert salió del juzgado mientras todo mundo lo miraba, unos angustiados, otros con lastima unos solo reían con un disimulo descarado mientras a paso veloz salía de la sala escucho al juez decir.
-Nada que pasen los siguientes.
Mientras Robert pasaba el gran portal de la a la salida del juzgado vio una pequeña chica de aspecto soñador que se le acercaba era Amada la mejor amiga de quién ese momento se convertiría en la esposa de Robert.
-Robert espera! Tengo algo que decirte espera, Liz!.....
Entonces el se detuvo respiro profundamente se calmó y volteo
-No tengo nada que hablar contigo dime donde esta es lo único con importancia para mi estos momentos.
Ella lo miro con cara lastimosa moviendo su cabeza para decir que no.
-Espera tienes que saber algo.
Robert aún más calmado le dijo
-entonces adiós.
Mientras caminaba rápidamente el automóvil se fijó en lo decorado que estaba y con la nota:
"Recién Casados y Para Siempre". En ese momento Robert arranco con ira desmedida los adornos trato de borrar aquella frase y cuando intentó quebrar de ira el cristal trasero de vehículo sintió la fuerte mano sujetándole que se lo impidió. Era su amigo Edward quien era conocido por todos como Max.
-Viejo cálmate esto seguro tiene una explicación seguro Liz tuvo algún retraso.
-Ella nunca llegaría tarde a algo como esto Max, la conozco demasiado bien como para saberlo así que déjame ya, tengo que encontrarla.
-Yo voy contigo!
-Maldición que me dejen tranquilo.
Robert volteo ferozmente y no se percató las latas que estaban antes colgadas al auto y cayo se golpeó fuertemente la cabeza, pero pareció no notarlo a pesar de estar algo mareado su terquedad no lo dejo permanecer ahí.
-Ella no vendrá Edward.
Dijo Amanda mientras le sujetaba el brazo.
-Si lo dejo irse así, se va a matar esta golpeado y muy afectado el es muy impulsivo.
Un chirrido ensordecedor de los neumáticos los dejo atónitos. Robert salió con una agilidad increíble del estacionamiento.
-Dime donde esta Liz deja que hable con ella, el es mi mejor amigo va a quedas destrozado.
-Lo se! Espeto Amanda.
-Pero ya es tarde nada se puede hacer.